
El pívot cordobés logró el séptimo tanto de la Selección. Foto: @SeFutbol.
Moldavia y su férrea defensa en zona han sido una buena piedra de toque para España que ha tenido que pelear de lo lindo para doblar la resistencia rival. Apoyados en los reflejos de su guardameta Nicolae Neagu, los moldavos han aguantado las rápidas transciones de españoles, bien compenetrados en el juego pese a las novedades en el equipo.
Después de un buen puñado de ocasiones era finalmente José Ruiz quien inauguraba el marcador poco antes del ecuador de la primera parte después de haber sido padre por segunda vez durante la víspera del partido. A partir de ese momento la Selección encontró la tranquilidad necesaria para ir aumentando la renta sin la premura de un marcador en tablas. Un tanto de Lascu en propia puerta y una portentosa acción de Lin hacían que la ventaja fuese la óptima al descanso.
En la reanudación, Moldavia salía con ganas de reducir distancias ante una España que cambiaba a Juanjo por Barrón para el segundo acto. El portero cordobés desbarataba la ilusión centroeuropea que en sus ganas por marcarle a la actual campeona de Europa optaban por el portero-jugador desde los primeros minutos del segundo tiempo.
España respondía con goles a tales alegrías ofensivas. Primero gracias a Marc Tolrà y poco después merced a un inspirado Raúl Campos que con dos dianas daba paso al debut anotador del pívot Francisco Javier Solano con la Selección.
7-0 final y mismo resultado que en el único precedente entre ambas selecciones allá por 2009. Iguales guarismos, pero sensaciones diferentes, la aguerrida y valiente Moldavia da muestras del avance de este deporte, antes de que la consolidada Serbia ponga a prueba la clasificación de España con un apasionante choque previsto para este domingo.