Gran espectáculo el vivido en el Pabellón Juan Vizcarro, donde Servigroup Peñíscola se impuso por 3-2 a Jaén Paraíso Interior FS en un duelo vibrante, decidido en los instantes finales. A pesar de la derrota, el conjunto jienense ofreció una imagen de solidez, carácter y competitividad, cayendo solo por la mínima tras firmar un gran encuentro.
El partido arrancó con máxima intensidad. Peñíscola golpeó primero gracias a Quintela, que adelantó a los locales en el minuto 15 tras varias acciones de peligro en ambas porterías. Los de Dani Rodríguez no se amilanaron y buscaron el empate con insistencia, aunque Gus y la madera evitaron la reacción amarilla en el primer acto. Espindola también fue decisivo, deteniendo un doble penalti en el tramo final de la primera mitad, lo que permitió que el descanso llegara con ventaja mínima para los castellonenses (1-0).
La segunda parte mantuvo el guion eléctrico del encuentro. Mati Rosa, con un tanto de calidad en el minuto 34, puso el 1-1 que hacía justicia al esfuerzo visitante. Sin embargo, el Jaén se quedó con un jugador menos tras la expulsión de Alan Brandi y lo pagó caro: Diego Sancho volvió a adelantar a Peñíscola (2-1). Lejos de rendirse, el conjunto amarillo tiró de carácter y, apenas un minuto después, Joao Salla firmaba el 2-2 en una demostración de coraje y pegada.
El choque parecía abocado a las tablas, pero la fortuna sonrió al cuadro local en el tramo final. Diego Sancho, de nuevo protagonista, hizo el 3-2 en el minuto 39, tras una acción revisada en el VIR que acabó siendo validada. Jaén apostó por portero-jugador en el último minuto y rozó la heroica, aunque sin éxito, llevándose los de Peñíscola tres puntos vitales.
El Jaén Paraíso Interior FS, pese a la derrota, dejó patente que es un equipo sólido y con recursos, capaz de pelear hasta el último segundo en una de las canchas más exigentes del campeonato. La afición amarilla ya piensa en el próximo compromiso: un apasionante duelo en el Olivo Arena frente a Manzanares el domingo 5 a las 12:00, donde buscarán reencontrarse con la victoria arropados por su incombustible Marea Amarilla.