El Jaén Paraíso Interior Jaén CB se presentaba en Sevilla, en la décima jornada de liga, con unas expectativas que, tras el choque, resultaron del todo irreales. Bastaba con competir como el pasado sábado en el Olivo Arena para haber tenido opciones ante un Caja87 que tampoco hizo grandes alardes. Sin embargo, nada salió como debía.
El partido comenzó muy interesante en el primer cuarto. El Jaén CB fue por delante en el marcador durante buena parte del periodo, que terminó 18-15, demostrando que cuando controla su juego, las recuperaciones llegan y el acierto en ataque acompaña. Sin ser un cuarto brillante, los jienenses aguantaron a un Caja87 que tampoco destacaba en el parqué de San Pablo.
El segundo cuarto recordó a los peores terceros cuartos de la temporada, ese periodo que repetidamente se le ha atragantado al equipo. Innumerables pérdidas de balón, hasta cinco tapones de los sevillanos y errores de bulto en el rebote defensivo destrozaron a los jienenses, que apenas consiguieron anotar ocho tristes puntos, por los 23 de Caja87.
El descanso llegó con una sensación muy mala: el Jaén CB no había sido ni la sombra de lo visto en los dos últimos partidos. Con el marcador señalando un duro 41-23, comenzaba el tercer cuarto. Y fue más de lo mismo: un Jaén CB sin capacidad de reacción, apagado, torpe e impreciso, frente a un Caja87 que se vino arriba con la diferencia.
Los jienenses perdían de 30 al final del tercer cuarto, certificando un partido pobre, malo en el juego, aún peor en el acierto de cara al aro, sin alma y con una enorme cantidad de balones perdidos. El peor partido de la temporada —incluido el jugado en Toledo— estaba desarrollándose en Sevilla. Berni Castillo no encontró la manera de acomodar a los suyos en un ejercicio táctico completamente desacertado. A esas alturas, todo el banquillo había rotado y solo cinco jugadores habían conseguido anotar. Cinco de doce en tres cuartos: un dato muy preocupante. En el Caja87, once jugadores habían tenido minutos y todos habían anotado. El Jaén CB firmaba así su peor marcador desde que comenzó la competición. El último cuarto no maquilló el pésimo juego ni la mala imagen del equipo tras la mejoría mostrada semanas atrás. Al contrario: solo acentuó la debacle jiennense.
Salvo el primer cuarto, el equipo estuvo muy lejos de lo visto el pasado sábado en el Olivo Arena. La sensación fue la de un equipo sin rumbo, con las manos blandas y más parecido a un conjunto de otra categoría. Solo Javi Martínez, con 11 puntos, 1 rebote y 2 asistencias, se salvó del naufragio. Los llamados a ser los anotadores del equipo no estuvieron.
El técnico fue claro tras el encuentro: “No he preparado bien el equipo, no he sabido mentalizarlo para competir en este pabellón”. La derrota necesita de un análisis profundo, porque supone un retroceso importante, sobre todo por el juego mostrado, que en ocasiones rayó en lo pueril. El equipo tiene solo tres días para preparar el próximo choque, este sábado en Valladolid. Habrá que ver qué puede mejorar en estas 48 horas y si esta semana horribilis puede empeorar aún más o si, por el contrario, se queda en un bache dentro de la evolución del equipo.
