El Olivo Arena volvió a vivir una de esas noches en las que el futsal se mezcla con la emoción pura. Jaén Paraíso Interior FS firmó un partido sobresaliente para doblegar por 8–3 a Quesos El Hidalgo Manzanares en los Octavos de Final de la Copa del Rey, un duelo vibrante, eléctrico y lleno de alternativas en el que los amarillos tiraron de pegada, carácter y un Espíndola decisivo bajo palos.
El choque arrancó con ritmo frenético. Jaén mostró intención inmediata de mandar y Mareco tuvo la primera en el minuto 3, pero Manzanares reaccionó sin complejos: Deivao generó peligro y dejó claro que no venía a especular. Y fue el conjunto azulillo el que golpeó primero: en el 7’, Humberto culminó una jugada de estrategia para poner el 0–1.
La respuesta amarilla fue tan rápida como contundente. Alan Brandi, acostumbrado a aparecer cuando más pesa el partido, cazó una acción en zona peligrosa pasada la mitad del primer acto y empató el encuentro. Desde ahí, Jaén creció. Mati Rosa y Eloy aportaron ritmo y verticalidad, y la presión alta empezó a hacer daño.
El 2–1 llegó tras una jugada marca de la casa: Michel desbordó con un caracoleo sensacional y el balón terminó de nuevo en los pies del capitán, que firmó su doblete con un toque perfecto. Y antes del descanso, cuando el Olivo Arena ya era un volcán, Dani Zurdo se inventó una acción de crack: recorte, izquierdazo imparable a la escuadra y 3–1. Un broche de oro para una primera mitad donde Espíndola sostuvo al equipo en momentos clave con varias paradas de categoría
La segunda parte comenzó con el guion abierto. Manzanares dio un paso al frente y, a los 11 minutos, Daniel Gabriel estrechó el marcador aprovechando un doble penalti para superar a Espindola.
La ilusión visitante duró lo que tardó Eloy Rojas en ver portería desde su propio campo: un misil espectacular que devolvía aire y ventaja a los amarillos.
El Olivo Arena explotó de nuevo apenas segundos después cuando Eloy, en un saque en corto de Bynho, conectó un zapatazo perfecto desde el lateral que se coló por la escuadra para firmar el 5–2. Jaén jugaba cómodo, fluido, dominando los tiempos y castigando cada resquicio rival.
Manzanares lo intentó con portero-jugador, pero sin premio. Y a falta de cuatro minutos, Lemine levantó al pabellón con una vaselina magistral desde media pista, un gol que pareció cerrar definitivamente el choque. Aun así, Humberto recortó mediante doble penalti (6–3), demostrando que los visitantes no se resignaban.
Pero este Jaén tenía todavía cuerda. Power aprovechó una asistencia en largo de Espíndola para anotar el séptimo. Y ya en la antesala del final, Mati Rosa completó la fiesta con un trallazo al palo corto que puso el definitivo 8–3.
El Jaén Paraíso Interior se mete en los cuartos de final con una victoria contundente, llena de matices y con la sensación de que el equipo está creciendo en el momento adecuado.







