Llegó la fecha marcada en rojo en el calendario del Real Jaén. Los blancos se verán las caras ante el Marbella con el claro objetivo de sumar un triunfo que les permita ser el equipo que consiga el ascenso directo a Segunda RFEF.

Un choque para el que «está todo dicho. Sobran las palabras. Estamos ante un partido importantísimo para la entidad y la ciudad y la provincia. Somos conscientes de ello. Sabemos la responsabilidad que tenemos y la asumimos. Estamos preparados para afrontar este partido. En nuestra cabeza está ganar, no hay otra posibilidad. Llevamos trabajando toda la temporada para vivir este momento. Va a ser un partido a cara de perro».

En el vocabulario de Manolo Chumilla sólo se concibe la palabra ganar y sus sinónimos: «Llevamos desde el principio de liga saliendo a ganar independientemente del rival. Este partido es exactamente lo mismo. Sabemos donde vamos. El Marbella no es un rival cualquiera de la categoría. Tienen una dinámica buenísima, vienen de diez partidos seguidos consiguiendo la victoria. Tenemos que ser nosotros y hacer lo que hemos hecho todo el año. Hay que estar preparados para todo y para saber lo que necesita el partido en cada momento».

Durante la semana el principal objetivo del técnico blanco ha sido afrontar los días de preparación «con tranquilidad, intentando preparar el partido bien y bajando un poco la tensión que pueda haber en la plantilla en cuanto a nervios e inquietud».

Tras la negativa del Marbella ha facilitar entradas a aficionados del Real Jaén, Chumilla admite que no era muy optimista: «Desde el primer momento he sido muy pesimista, pensaba que no iba a pasar y así ha sucedido. Me hubiera gustado indudablemente contar con nuestros aficionados allí. Se merecían poder ver este partido allí en directo. Sabemos que ese apoyo lo vamos a tener. Es una pena que no puedan asistir pero sabemos que están apoyando a muerte al Real Jaén».

A pesar de no poder contar con el apoyo de los seguidores lagartos en las gradas, el entrenador del equipo jiennense asegura que sus jugadores «se van a dejar el alma y todo lo que tenemos en hacer las cosas bien para poder darles esta última alegría. Esa fuerza que nos transmiten la notamos, y nos servirá el domingo para tener un plus».