El Jaén Paraíso Interior FS y Matías Sebastián Rosa (Mati Rosa) han llegado a un acuerdo por el que el pívot, de veintiséis años y nacido en Buenos Aires (Argentina), se convierta en nuevo jugador amarillo para las dos próximas temporadas.
Rosa comenzó a jugar en España en la 18-19 en Palma Futsal y fue galardonado como Jugador Revelación de Primera División esa misma temporada. Tras su primera campaña en el equipo balear, el jugador argentino pasó a formar parte del Barça aunque disputó dos temporadas más en Palma como cedido. Seguidamente, Mati Rosa recaló en ElPozo Murcia Costa Cálida donde ha jugado hasta la actualidad.
Antes de llegar a nuestro país, Mati Rosa jugó cuatro temporadas en la liga italiana con el Montesilvano desde el 2014 al 2016 y con Pescara Calcio a 5 las dos temporadas siguientes. En su país vistió la camiseta de América del Sud, equipo de primera división de fútbol sala, donde debutó en 2013 con apenas 18 años. En su palmarés figura también ser internacional con Argentina, proclamándose campeón de América.
Con respecto a su juego, se caracteriza por tener mucha movilidad, pese a ser referencia del ataque, lo que le permite salir a jugar a zonas de elaboración y adaptarse perfectamente a otros sistemas de juego. Un deportista con una envergadura media que le permite, no solo recibir bien de espaldas, sino también girarse con facilidad y poder finalizar. Tiene un gran tiro a portería, además de tener una buena lectura táctica en el dominio del área, en las llegadas al segundo palo y en el aprovechamiento de rechaces.
Ya como integrante del Jaén, Rosa afirmó estar muy contento y con muchas ganas de poder ayudar al Club a seguir creciendo. “Me considero un jugador que trabaja mucho para poder estar de la mejor manera y poder competir al máximo. Y sobre todo muy compañero. Ayudarse entre todos es la clave para poder lograr cosas importantes”, reconoció el jugador. Con respecto a la afición la valoró como “un apoyo muy importante”. Y concluyó: “en los momentos más complicados, son ellos quienes nos dan la fuerza y energía para seguir. Para un jugador, ver a la afición cantando todo el partido es una motivación extra y un motivo más para dejarlo todo”.
