Alejandro Copete
La magnífica temporada que está realizando el Real Jaén y el Linares Deportivo hace que olvidemos otras actuaciones también muy difíciles y de mucho mérito, como es el caso del próximo rival de los lagartos.
Los malagueños del CD El Palo han recuperado la vitola de favoritos perdida en una irregular temporada pasada y vuelven a ser un equipo temido tanto en casa (solamente dos derrotas en toda la campaña 18/19 hasta el momento) como fuera (casi toda una vuelta sin llegar a conocer la derrota e incluso llegando a sumar siete salidas consecutivas sin encajar gol).
El conjunto de la barriada malagueña están a un paso de asegurarse disputar el playoff por el ascenso. Una victoria le valdría y un empate también pero dependiendo de otros resultados. Una temporada brillante con equipos muy potentes es la que estamos viviendo en el Grupo IX de la Tercera División.
El CD El Palo se caracteriza por su efectividad tanto atacando como defendiendo. Con tan sólo 53 goles a favor, números pobres si los comparamos con el resto de la cabeza de la tabla (por poner un ejemplo, el Torredonjimeno que es 14º suma 56 tantos conseguidos), les permiten estar arriba. Y sus 25 goles en contra los convierten en el tercer mejor equipo en esa faceta.
Al trabajo del entrenador Funes y de la secretaría técnica malagueña no se le puede poner ni una pega, con unos jugadores con la iniciativa de ganar todos los partidos y con una mezcla perfecta, casi alquimia, de una vieja guardia formada por los Reina, los Durán, los Aranda (central que vuelve tras sanción por acumulación de tarjetas); con la llegada de promesas y jugadores con cierta trayectoria que han demostrado su valía como el defensor Lulu, el pivote Caturla y el ariete Pepe Capitán (14 goles). El C.D El Palo demuestra que no solamente es un equipo creador de jugadores, sino que también sabe acogerlos cuando ven llegar sus últimos días como futbolista.
Para este bloque bien definido de jugadores solamente han tenido dos caras nuevas, una cesión en octubre de un joven mediocentro proveniente del filial del Málaga, Sergio Guerrero “Mini”; y el músculo africano de Fandjo Kasembe, con experiencia en filiales de conjuntos franceses como el Caen y el Auxerre pero que aún no ha disfrutado de minutos.
El Centro de Deportes El Palo quiere sentarse en la mesa de los poderosos, junto a unos Real Jaén y Linares Deportivo que ya ocupan sus sillas reservadas para la dura lucha por el ascenso a la Segunda B. Quedan dos asientos libres y los del barrio de pescadores de Málaga quieren ver su nombre grabado en una de dichas butacas de privilegio.