Once titular del Guadix en el encuentro de ida en La Victoria. Foto: Juande Ortiz.
Alejandro Copete // @Ale_Copete
Somos muchos los que pensamos que hasta que no acaba algo en concreto, no se puede adelantar nada del mismo. Hasta que no usas el bolígrafo para poner el punto y final a un texto no sabes si va a estar bien o no; hasta que un árbitro no pite el final de un partido no sabes si el resultado va a cambiar o mantenerse inalterado; y hasta que no acabe una temporada, no sabes quienes subirán o quienes bajarán. Los granadinos del Guadix C.F es un ejemplo vivo de ello. Llámalo Karma, llámalo esfuerzo, llámalo como quieras.
Pero muchos dieron a los accitanos por muertos y hoy en día se encuentran a dos puntos de la salvación y en una dinámica muy positiva, como nunca se había dado antes en esta temporada en la que tuvieron que cambiar de entrenador en noviembre. Los pupilos de Gabri han sabido cuajar un estupendo mes de febrero con una sola derrota en 5 partidos y consiguiendo sumar dos partidos consecutivos ganando, poniendo en aprietos al Antequera en la última jornada del Grupo IX.
Solamente han ganado seis partidos en todo el año futbolístico, pero cinco de ellos han sido en casa, por lo que se sentirán especialmente motivados ante la visita del Real Jaén. Aunque los aires que se respiran ahora son positivos por Granada, los rojiblancos aun sienten el pesado lastre de haber rondado siempre la zona baja de la tabla y la poca efectividad cara a portería, estando empatados con el Villacarrillo en una lucha no deseada por ser el segundo equipo menos goleador de este grupo de la Tercera División. Los elegidos accitanos para acabar con esos registros son Pedro Corral (9 tantos y jugando prácticamente todo) y dos caras que llegaron nuevas: Cristiano y Jorge Molina, este último la revelación de la temporada tras llegar de la División de Honor andaluza y acoplarse muy bien a la categoría con cinco goles. La fiabilidad de este equipo se encarna en el lateral Dani Tejada, fijo en las alineaciones y con buena técnica y visión de juego desde la banda derecha.
Tener a una victoria los puestos que salvan de la quema es manjar de dioses para el Guadix C.F en esta temporada de sabor agridulce hasta el momento. Saber que si siguen con esta tónica pueden pasar a depender de sí mismos es un tremendo acicate para la mentalidad y las ganas de competir de los jugadores que forman la plantilla accitana. El mero hecho de conseguir sobrevivir un año más en el Grupo IX, poco más se puede añadir para comprender lo importante que es puntuar y pelear cada partido.
