
Salva Ballesta, durante el último encuentro de liga en La Victoria. Foto: Juande Ortiz.
Noticia inesperada y que adquiere visos trascendentales. En la mañana de hoy ha presentado su dimisión Salva Ballesta, tras la destitución del hasta hoy director deportivo del club, Rubén Andrés. Una destitución que a su vez, llegaba por oponerse a la decisión de extinguir el contrato de Pico, Jonathan Rivera, el fisioterapeuta y el segundo entrenador. «No soy ninguna marioneta y tengo las cosas claras por el bien del Real Jaén», comentaba Rubén Andrés en la rueda de prensa de hoy.
Rubén Andrés ha explicado que este lunes habló con el consejero delegado y «me comunicó que quería una serie de bajas en el club: dos jugadores, el fisioterapeuta y el segundo entrenador. Pedí explicaciones y no me las supieron dar, ni deportiva ni extradeportiva. Yo como director deportivo me negué a dar esas bajas, por lo que se rescindió el contrato. Salva, acto seguido, dimitió como entrenador». En este sentido, Andrés ha indicado que en el plano deportivo «estábamos tranquilísimos. Sabíamos que esto era una mala racha y que se iba a remontar. Esto no es ni medio normal, a 20 de febrero con el mercado de invierno cerrado».
Por su parte, Salva Ballesta ha matizado que «dimito porque se han tomado unas decisiones deportivas de las que no estoy de acuerdo y no hay explicación. Hay que respetar las diferentes situaciones. Hasta esta mañana tenían clara las bajas de Pico y Jonathan Rivera». Así las cosas, y tras bajar al vestuario a notificar la noticia, les ha trasladado que «tienen que ser ahora más piña que nunca».
Asimismo, Ballesta ha sido contundente «antes de nada lealtad tras el cese de mi director deportivo y a mi segundo entrenador. A él (Andrés Rodríguez) le ha sorprendido que yo dimita y eso me ha sorprendido a mí. Él dijo que no iba a tomar decisiones en el plano deportivo, y ante eso yo dimito». A raíz de lo anterior, el técnico se ha mostrado apenado: «cada vez estábamos mejor. Lo que me llevo son las lágrimas de los jugadores y de un grupo humano que habíamos hecho. Es una decisión irrevocable. No puedo quedarme aquí sin mis ayudantes. He hecho lo que me gustaría que hicieran conmigo».
De la misma manera, ha deseado la mejor de las suertes al proyecto vigente: «lo único que me gustaría que este proyecto se mantuviera. El domingo hay un partido muy importante y no hay entrenador, ojalá se consiga. Estoy súper orgulloso de haber estado aquí. Extrañeza, desolación, soledad, tengo miles de calificativos ahora mismo».
Lo más curioso es que finalmente las fichas de los jugadores Pico y Jonathan Rivera continuarán, ya que desde el club han dado marcha atrás a rescindir sus fichas. Una «herida abierta» tal y como ha apuntado Rubén Andrés, que será muy difícil de taponar.