Emilio Antolín // @EmilioAntolin
Luces y sombras, una vez más. Y es que a la espera de que se celebre en la noche del lunes el duelo que pone frente por frente a Alcorcón y Albacete, una semana más la jornada para los jiennenses de la Liga 1|2|3 ha tenido un sabor agridulce.
No en vano, tan solo se puede destacar de la tercera jornada liguera al ariete Manu del Moral, que a pesar de seguir sin ver portería fue clave en la victoria del Numancia frente al Almería (1-0). El ‘7’ del conjunto soriano se dejó la piel en el campo durante los 88 minutos que estuvo sobre el césped y creó buenas ocasiones de gol, destacando una en el minuto 12, pero su golpeo se marchó por poco al lateral de la red. A dos del final cedió su sitio en el césped a Guillermo, dejando a su equipo con tres puntos que le convierten en colíder de la categoría.
Con un triunfo cerró también la tercera cita de la temporada Carlos Hernández con el Oviedo de Anquela, que venció con comodidad al Reus de otro jiennense, Cámara. Este tuvo que lidiar con la impotencia de ver desde el banquillo como su escuadra recibía un severo correctivo a manos del Oviedo, que venció 3-0 con un Carlos Hernández que estuvo los 90 minutos sobre el césped, pero que apenas destacó. En parte porque el central apenas tuvo trabajo, pero, sobre todo, porque el poco que tuvo no lo resolvió con la solvencia que acostumbra. El defensor jiennense dudó en un despeje que casi le costó un tanto en contra a su equipo, aunque supo sobreponerse al error y ofreció un partido serio, como el resto de su equipo, lo que les llevó a la victoria.
Peor suerte corrió el zurdo Javi Jiménez, que a pesar de jugar los 90 minutos no pudo hacer nada para evitar que el Sporting de Gijón arrasara a su Nástic con un contundente 4-0 que hace a los asturianos líderes. El jiennense, sin embargo, no cometió errores de gravedad en un partido donde la zaga catalana, no obstante, se mostró imprecisa, no desaprovechando los sportinguistas la ocasión para hacerse con un valioso botín en forma de puntos y moralizante goleada.
Por último, Javi Moyano volvió a ver desde el banquillo como su equipo vencía al, hasta ahora, imbatido Tenerife. Un Valladolid enorme se impuso ante los isleños por 2-0 sin que el jiennense disfrutara de un solo minuto en un duelo que era especial para él, ya que los pucelanos se vieron las caras con su exequipo. «A mí me está tocando ayudar desde fuera, que se puede ayudar mucho, pese a lo que cree la gente», aseguró el defensor hace unos días, asumiendo una situación incómoda que sin embargo no le está impidiendo mostrar el liderazgo que se le presupone como capitán.