Once del San Fernando en su visita al estadio de La Juventud frente al Mancha Real. Foto: Juande Ortiz.
Alejandro Copete // @Ale_Copete
Los aficionados a correr largas distancias tienen como uno de sus máximos rivales el conocido como “muro” (pero no es el de Pink Floyd). Así se conoce al agotamiento tanto físico como mental que sucede aproximadamente a la mitad de la carrera y que te distorsiona la realidad al hacerte parecer que todo está más lejos, que todo está más inalcanzable. En este caso, e intentándolo aplicarlo al fútbol, el San Fernando C.D está entrando en su particular muro. Actualmente se encuentran a 4 puntos del descenso y tienen este domingo la oportunidad de empezar a abrir brecha con sus perseguidores, pese la irregularidad de la que llevan haciendo gala desde que empezó a rodar el balón (con 14 derrotas es el segundo equipo que más pierde si exceptuamos el grupo que llevan 15).
La segunda vuelta se le está empezando a hacer larga a los gaditanos, que de momento solamente han podido sumar dos victorias. Especialmente terrible fueron los meses de enero y febrero, donde llegaron a sumar 5 derrotas consecutivas con ningún gol a favor; y que casi le costó el puesto al entrenador Ñoño Méndez. El míster de la escuadra gaditana forma parte de la selecta minoría de entrenadores que empezaron la temporada 16/17 en el Grupo IV de la Segunda B y que siguen en sus cargos. El juego directo de los azulinos de buscar la referencia arriba y que sea esta quien distribuya es un arma de doble filo: les permite atacar con la velocidad y la sorpresa, pero les limita las oportunidades de gol. Y cuando tu defensa no es capaz de aguantar partidos sin encajar tantos (10 jornadas consecutivas), la efectividad empieza a ser un problema. Tendrá que tener espe3cial cuidado el Real Jaén ya que la mayoría de las victorias del San Fernando han sido como visitantes. 21 puntos de los 36 que llevan han sido “robando” en casas ajenas.
Aunque en un principio los azulinos confiaron en el bloque que consiguió el ascenso desde Tercera, el mercado de invierno ha sido el momento elegido por la directiva y cuerpo técnico para mejorar la experiencia de la plantilla. Se han marchado jugadores como Sergio Ceballos o Edgar que disfrutaron de minutos el año pasado pero que este año habían pasado al ostracismo; y por ellos han llegado jugadores curtidos tanto en la categoría como en el grupo. El más destacado es Bruno Herrero, que vuelve a España tras su paos por ligas exóticas, que siempre ha sido tanteado por equipos de Segunda División y que llegó a debutar en Primera con el Sevilla F.C. Pero eso ha sido todo, ya que otros jugadores que han venido nuevos como el central Ruben Martínez o Zelu tienen poca o nula experiencia en la categoría. Pero vienen de filiales (Elche y Málaga), que eso siempre son puntos a favor. Especialmente el jerezano, que sale de una lesión que le cortó una racha de buen juego y goles. De momento poco rendimiento de las caras nuevas en un equipo donde Espinar con 8 goles es el faro arriba y donde las líneas más fuertes son el centro del campo con Gerrit y el número de jugadores de 3/4 en plantilla, como Javi Medina y Francis. Como sucedió en el partido ante el Marbella, donde el San Fernando arrancó un empate in extremis, los gaditanos llegan muy mermados a la cita en La Victoria. Lolo Garrido, autor del milagroso gol es baja por sanción, son dudas por lesión Trujillo y Miguel Guerrero y además; sí, también ocurre en Segunda B, el conocido virus FIFA: Vukcevik, lateral izquierdo cedido por el Sevilla Atlético para la segunda vuelta, está convocado por la sub-21 de su país.
En la localidad de la provincia de Cádiz afrontan estos últimos 10 partidos, estos últimos 10 kilómetros de la maratón que es el Grupo IV; como la oportunidad de seguir en la categoría tras ascender de manera brillante. El San Fernando C.D empieza a notar como sus músculos desfallecen y el colchón de puntos se reduce. Pero aquí también influye la mente. El muro es también mental (y aquí si es como lo cantaban los Pink Floyd).
