El técnico jiennense, durante un entrenamiento de esta semana. Foto: Juande Ortiz.
@jj_ballesteros
Alma y reflejo de los jugadores en el campo. Ese es Dani Rodríguez. El carisma del Jaén Paraíso Interior personificado en el entrenador, que vuelve este año a afrontar el reto de convertir a su equipo en referente -y sorpresa- nacional, como ya lo hiciera el 15 de marzo de 2015. Con él hemos hablado en la semana de la Copa de España:
- ¿Cómo recuerdas la Copa de España 2015? Lo recuerdo con mucha ilusión, fueron cuatro días muy intensos donde el trabajo de la temporada salió a relucir en el momento más importante y sobre todo un sentimiento de satisfacción por toda la gente que nos apoyó en esa Copa y por cómo una plantilla hecha desde cero consiguió reivindicarse.
- ¿Qué diferencias y qué similitudes hay este año respecto al 2015? Diferencias.- El ambiente es muy diferente porque nosotros hace dos años íbamos a nuestra primera Copa de España y nadie contaba con nosotros para nada. Incluso en Jaén se creó un ambiente de euforia porque nadie pensaba que íbamos a pasar la primera eliminatoria. Ahora, al ser un rival más de nuestra liga y habiendo pasado lo que pasó hace dos años, parece que estamos obligados a pasar esa primera eliminatoria. Similitudes.- Llegamos igual que hace dos años, con una plantilla que ha trabajado con mucha ilusión para llegar a este momento. Quizás cambiaría ‘ilusión’ por ‘responsabilidad’.
- ¿Cómo ves al vestuario para afrontar este nuevo reto? Llevamos una racha buena de resultados, a pesar de que Peñíscola lleva una racha mejor que nosotros, pero la gente está muy concienciada y llevamos trabajando todo el año muy bien. La plantilla es muy responsable y con bastante actitud ganadora, con ganas de que llegue para hacerlo lo mejor posible y que nuestra gente se sienta orgullosa de nosotros. La sensación de grupo es muy buena, cosa que a lo mejor es la primera vez en todos los años que llevo que me siento más cómodo con la sensación de este grupo.
- ¿Qué perspectivas hay? Me quedaría con pasar la primera eliminatoria. Que surja una sorpresa como el Inter-Marfil de hace dos años y poder pasar a semifinales para seguir soñando.
