Tras el pitido que decretaba el final del encuentro en Linarejos entre el Linares Deportivo y el CP Cacereño, se desató la fiesta sobre el césped del feudo azulillo con la fusión entre la plantilla y la afición. Los jugadores salieron al campo para celebrar con los aficionados la soñada permanencia que le dará la oportunidad el año que viene de seguir compitiendo en el grupo IV de la Segunda División B.