El técnico del Real Jaén ha hecho un balance positivo de la segunda victoria consecutiva de su equipo tras el triunfo conseguido ante el Marbella FC. Gonzalo Arconada ha definido el encuentro como «un partido muy disputado en el que ha habido un poco dos partes. En la primera parte hemos estado bien, hemos tenido la acción del gol y hemos tenido alguna opción más para habernos puesto con más ventaja en el marcador. En la segunda mitad, nos han ido metiendo más atrás. Nos ha faltado un poco de fuerza para mantener la disposición del campo diez o quince metros más adelante. Con los cambios hemos vuelto a recuperar un poco pero con el peligro del marcador. También ha afectado el cansancio por el calor que hacía».
Durante la segunda mitad, el ímpetu de los locales hizo pensar al entrenador donostiarra que el resultado podría peligrar. La principal razón de esta sensación estaba basada en que «cuando vas solamente con un gol de ventaja es normal que se pueda producir esa situación. Hemos tenido nuestro momento para poder matar el partido. Para nosotros era muy importante ponernos por delante en el marcador. El equipo defensivamente también ha sido solvente y hemos conseguido mantener la portería a cero»
Uno de los nombres propios del partido ha sido el de Óscar Quesada, que ha completado un fantástica actuación, recompensada con el gol que daba los tres puntos al Real Jaén. A nivel general, Arconada ha destacado que «todos los futbolistas han estado sensacionales, tanto Óscar como el resto de compañeros. Un partido lo ganas en base a que los catorce futbolistas que participan en el partido lo hagan bien. Sí que ha habido algunos futbolistas que han podido estar en momentos puntuales por encima de otros. Unos partidos son unos, otros partidos son otros. Al final lo importante es el trabajo y el esfuerzo. Eso es un poco lo que hemos recobrado. Hemos tenido unas semanas en las que hemos estado algo distraídos y el equipo se ha vuelto a centrar y hemos vuelto a competir muy bien».
Precisamente Óscar Quesada protagonizó una de las jugadas polémicas del choque en la recta final del partido. El centrocampista orcereño superó a varios contrincantes y se internó en el área cayendo derribado. El colegiado señaló falta al borde del área y sancionó la acción con cartulina amarilla. El banquillo blanco reclamó una sanción distinta aunque el técnico guipuzcoano reconocía que «desde donde estaba no lo puedo decir. Lo que sí puedo decir es que era roja porque al final el jugador se quedaba solo delante del portero. Si ha sido penalti o falta desde donde yo estaba no lo he podido apreciar».