La capacidad anotadora de Álvaro Montero ha sido uno de los principales anhelos del Real Jaén a lo larto de la actual temporada. El magnífico inicio del delantero presagiaba un futuro prometedor para el devenir del conjunto blanco. Un mero espejismo que nunca ha llegado a cuajar. Las lesiones y la falta de continuidad han sentenciado al atacante, que asume su bajo estado de forma afirmando que «esta temporada he tenido algunos problemas físicos, no estuve a mi mejor nivel. He trabajado duro, intento ayudar al grupo, aunque no hayamos conseguido llegar a la meta. Muchas cosas influyen. El entrenador apostó por otros compañeros, se hace duro el no jugar, pero no me quejo”.
Olvidado el objetivo del ascenso, la plantilla del Real Jaén, incluido Montero, es consciente de que sus aspiraciones se reducen a lograr la clasificación para la Copa del Rey. «Estamos en una situación que no esperábamos a principio de año. Nos jugamos entrar en la Copa. Hay que seguir, nos jugamos mucho. Los resultados son sumas de muchas cosas. No hemos logrado lo esperado, el balance es negativo. Con todo, el equipo lo ha intentado en todo el momento y va a dar la cara. Hemos creído en este proyecto, aunque no creíamos que esto pudiera acabar aquí. Este es un gran equipo, se confeccionó con la idea de alcanzar la meta. En la primera parte de la liga estuvimos ahí; aunque es cierto que tras la segunda y haciendo balance, sabemos que no hemos estado a la altura. Creo que estábamos capacitados. Cuando no se logra el objetivo, no sólo hay una razón. Es un cúmulo de circunstancias. Tenemos que ser críticos con nuestra labor, sabiendo que somos culpables de no haber alcanzado lo que estaba propuesto al inicio».
Las posibilidad de continuar o abandonar la entidad jiennense parece no preocupar en exceso al madrileño. El futbolista recuerda que «este club apostó por mí para jugar en Segunda. No miro al pasado, estoy muy agradecido, quizá las cosas no van como esperaba, pero no bajo los brazos. Cuando uno salta al campo, siempre se juega algo. Tenemos cosas en juego, a nivel personal y colectivo. El rival se está jugando la vida, perder la categoría, pero nosotros tenemos cosas por las que luchar. No puedo controlar lo que se habla por fuera. Yo hago mi trabajo, estoy seguro de ello. Tengo contrato aquí. Al acabar el año nos sentaremos y valoraremos posturas. Hablaremos sinceramente, y el club decidirá. Tenemos que ver que puede pasar. Aún no lo he pensado, me centro en el campeonato”.