Alejandro Copete // @Ale_Copete
Aunque a la hora de afrontar los 90 minutos la mayoría de las veces no tiene nada que ver, la realidad es que el CP Cacereño llega a feudo jiennense en crisis. Colista con 6 puntos de 30 posibles, equipo más goleado del grupo IV y de los peores de la categoría a estas alturas de competición, alguien le ha echado un mal de ojo al equipo extremeño. En esta temporada en la que partían felices al batir su propio record de permanencia en la Segunda B, la alegría puede tornarse tristeza al imaginarse no poder repetir el honorable puesto de la temporada pasada.
Y como todo lo malo siempre viene junto, problemas económicos. Jugadores y cuerpo técnico llevan ya varios pagos atrasados y las noticias negativas en este aspecto no dejan de ser desalentadoras: no pudieron pagar al árbitro en su anterior partido contra el Betis B. La planta noble cacereña lo achaca al número de socios, que finalmente fue menos de lo previsto. Poca liquidez monetaria que ha afectado también a la gran novedad de la actualidad del club de Cáceres esta semana.
Porque hubo movimientos en el banquillo y Bidaurrázaga deja de ser primer entrenador, puesto que ocupará el consejero delegado Ángel Marcos (que ya lo dirigió la temporada pasada). No se va muy lejos el vasco, que volverá a ocupar el puesto de segundo entrenador. Todo queda en casa. Mientras existe la incógnita de cómo jugará el CP Cacereño con su “nuevo” entrenador, las esperanza (que es de color verde) radica en Plata, el delantero que superó su lesión y es la referencia en el ataque extremeño. Otro de sus jugadores más activos, el lateral Toni, no viajará por lesión a Jaén; y se suma a los problemas defensivos del conjunto cacereño.
En Extremadura pueden pensar que todavía hay tiempo para arrancar, mientras que otra sentencia dicta que mal acaba lo que mal empieza. La victoria en el derbi regional frente al Villanovense hinchó un poco el orgullo cacereño pero la visita a Cádiz abatió de nuevo ese pájaro que quería volar. Ese ave llega ahora a la Victoria que recordemos que tiene alas, porque va de un lado para otro y de esta manera nos recuerda que la gloria es pasajera. El CP Cacereño quiere recibir su bendición, pero de momento es el infortunio quien se viste de verde.