Alan Brandi sigue pasando revista a los compañeros de equipo durante este tiempo de cuarentena. El segundo futbolista amarillo en pasar por las entrevistas con el jugador argentino ha sido Ángel Bingyoba.
Pasan los días, se suceden las noticias negativas, pero nosotros no perdemos el humor. “Al mal tiempo, buena cara” dice el refrán», y nosotros, los ciudadanos, lo estamos llevando a la práctica lo mejor que podemos, a tenor de los mensajes y vídeos que vemos en las Redes Sociales, cada cual más ingenioso.
En el Jaén Paraíso Interior hacemos lo que está en nuestras manos, queremos combinar la actualidad del equipo con la alegría, la que nos falta en nuestra rutina. Porque en nuestro vestuario no hay día en el que nos falte el buen humor y, por supuesto, las bromas.
Y una víctima asidua es Ángel Bingyoba, que disfruta como un niño cuando las inocentadas son para los demás, pero no lo acepta muy bien cuando le toca ser el damnificado. Nosotros, por supuesto, probamos sus límites hasta que cambia la cara de niño por una más amenazante; y en ese momento, se nos acaba la ‘fiesta’.
Ángel, para el que no lo conozca a fondo, es una combinación de talento y potencia en la pista, y una personalidad alegre y despistada (muy despistada) fuera de ella. Bingyoba nos cuenta, en esta pequeña entrevista, un poco más sobre su vida y cómo está viviendo esta cuarentena:
¿Qué es lo primero que vas a hacer cuando salgas de la cuarentena?
En cuanto pueda, lo primero que quiero hacer es ver a la familia, porque después de mucho tiempo, es algo que añoro y necesito de su presencia
En momentos tan difíciles como este, donde el presente y el futuro se ve con negatividad, ¿podrías decirme cosas positivas que saquemos de esta situación?
Que en estos momentos en que está todo el mundo parado, es buen momento para retomar cosas que se han dejado pendientes, ya sea cursos de formación o cualquier otra cosa que hemos dejado abandonada por falta de tiempo.
Procedes de una familia de artistas y en el equipo hemos comprobado que tienes mucho talento para tocar el piano. ¿Qué habría sido de Ángel Bingyoba si no fuese jugador de fútbol sala y qué piensas hacer cuándo acabe tu carrera?
Hubiera seguido ramas artísticas, o hubiera seguido formándome. Seguramente cuando acabe mi carrera deportiva me dedicaré a lo que he estudiado y algo relacionado con la sanidad.
Naciste en Madrid, en Vallecas concretamente. ¿A qué renuncia un jugador de fútbol sala cuando sale de su ciudad?
Ángel Bingyoba: Como todo el mundo que juega al fútbol sala, renuncias a tiempo con tu familia, con tus amigos, y eso es algo que no vuelve, el tiempo. Pero merece la pena con tal de disfrutar de la profesión que te gusta.
¿Nos contarías alguna anécdota que hayas vivido en el vestuario del Jaén Paraíso Interior?
Estábamos en el vestuario y mis compañeros estaban contando anécdotas y vivencias de otros clubes, y justo en el momento en que se quedaron todos callados, yo solté: “el mundo del fútbol sala está lleno de personajes”. A día de hoy sigo sin saber porque todos, sí, todos mis compañeros empezaron a llorar de la risa.
Es pregunta obligada, durante la cuarentena, preguntar por la Play Station. ¿A qué juego sueles jugar? Define al mejor y peor compañero del equipo en el mundo de la videoconsola:
Suelo jugar más al Fornite y al Fifa. Los más flojillos yo creo que son Piqueras en el Fornite y Fran Peña en el Fifa.
El primer jugador que pasó por las preguntas de Alan Brandi fue Jordi Campoy. El catalán dejó dos preguntas para su compañero.
¿Realmente estás haciendo los ejercicios?
Respecto a la pregunta de Campoy, soy una persona que se caracteriza por trabajar en la sombra, muchas veces. No soy partidario de subir cosas en las redes sociales (jaja), soy un poco raro.
¿Por qué llegas siempre tan justo de tiempo a los entrenamientos?
Soy una persona que llega puntual a los sitios por manía, desde muy pequeño he tenido ese defecto-virtud (jaja). No suelo tener muchas manías, pero esa es una manía mía.
Nomina a un jugador para la próxima entrevista y formula una pregunta para él:
Nomino a Fabio y le quiero preguntar: ¿Por qué las malas lenguas del equipo dicen que no quieren compartir habitación contigo?