El once del Villanueva, en el partido de ida en La Victoria. Foto: Juande Ortiz.
Alejandro Copete // @Ale_Copete
El batacazo del C.F Villanovense solamente ha durado una temporada. A estas alturas de la liga, el año pasado, los aficionados del conjunto extremeño miraban de reojo la zona baja de la tabla buscando la ansiada permanencia. Un palo muy gordo tras la clasificación a P.O por primera vez en su Historia. En la 16/17 tienen en su mano repetir tal hazaña habiendo superado ya los registros de puntos de aquella ocasión. Y (por desgracia para el fútbol jiennense) el equipo lagarto es el convidado de piedra en la fiesta extremeña.
Mostrándose siempre como un equipo regular, de mecanismos aprendidos y como un bloque ilusionado y seguro de sí mismo, el equipo serón siempre ha rondado la zona noble de la tabla e incluso todavía sueñan con alcanzar el liderato si la fortuna les sonríe en las dos jornadas que quedan. Y puede permitirse esas cábalas porque es un equipo que llega lanzado a la fase final de la temporada: 9 de 9 en los últimos encuentros que han servido para recortar distancias con el Cartagena y eliminar de la ecuación al Marbella. Su última derrota hace 4 jornadas rompía una racha de imbatibilidad de 8 partidos que ha sido la tónica general de los villanovenses: muy pocos puntos dejan escapar. Sobre todo en el Romero Cuerda donde solamente han perdido dos partidos. Un estadio que se está engalanando para vivir otro momento histórico.
Manolo Sanlúcar ha sabido, desde su llegada para salvar al equipo de la quema, construir un equipo poderoso en ambas áreas: segundo más goleador y tercero menos goleado; con un estilo de juego atrevido y que busca desde el minuto uno la portería rival teniendo como máximo referente en el césped a Jesús Rubio. Un auténtico faro para el juego del conjunto extremeño, con visión de juego, calidad técnica, recurso a balón parado y llegada al área. Por algo lleva 13 goles, en dura disputa con el ubetense Carlos Fernández por ocupar el puesto de pichichi del equipo serón. El mercado de fichajes invernal hubiera pasado desapercibido para el C.F Villanovense si no llega a ser por la venta de Owona y lesiones graves como la de Elías. Por ellos llegaron jugadores tan válidos como César Morgado y Adri Cuevas, siempre presentes en una plantilla que se caracteriza por compartir entre todos muchos minutos. Solamente 6 jugadores no han llegado a los 1000 minutos de juego. Por algo se dice en Villanueva de la Serena que la plantilla de esta temporada es la mejor de la Historia.
El ciclo ha tocado ser positivo este año para el C.F Villanovense. Y el truco ha sido ir paso a paso. Primero solamente se hablaba de la permanencia. Cuando se consiguió, ya se hablaba de conseguir pelear por el ascenso. Ahora que lo pueden conseguir con una victoria en su feudo, solamente ellos mismos pueden dictaminar su siguiente objetivo. Y todo mientras en la localidad extremeña disfrutan y creen en su equipo.
