La disputa por la gestión de la Primera y Segunda División del fútbol sala nacional ha vivido un nuevo capítulo en la lucha entre Real Federación Española de Fútbol y Liga Nacional de Fútbol Sala.
La RFEF emitía un comunicado anunciando que asumías ambas competiciones «desde este pasado miércoles, 16 de octubre de 2019, la competencia plena de la organización de las competiciones oficiales de la Primera y Segunda División de fútbol sala, al no existir encomienda de gestión vigente».
El texto continuaba diciendo que «la RFEF adopta esta decisión después de que haya sido la propia LNFS quien ha reconocido en sede judicial que no existe acuerdo o convenio alguno».
El comunicado concluye señalando que «desde el miércoles 16 de octubre, se constituye en el seno del Comité Nacional de Fútbol Sala una subcomisión, que estará integrada exclusivamente por todos los clubes que participen en Primera y Segunda División de Fútbol Sala. Esta subcomisión tendrá como misión la supervisión y tutela del desarrollo de sus propias competiciones, ejerciendo la interlocución necesaria entre los clubes y los distintos departamentos de la organización federativa».
La respuesta de la LNFS no se ha hecho esperar y el colectivo que representa a la Asociación de Clubes ha ofrecido un comunicado para contraponer la versión de la RFEF y exigir «un cambio radical de actitud que permita una leal colaboración entre instituciones que deben perseguir el fomento y apoyo del deporte y concretamente del fútbol sala»
La Liga Nacional de Fútbol Sala, tras el comunicado enviado en día de ayer por parte del presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, en el que manifestaba la exclusión de la LNFS de cualquier participación en la gestión de las competiciones de Fútbol Sala de Primera y Segunda División, lo que evidenciaría una clara desviación de poder por su parte, puesto que las potestades que el ordenamiento jurídico encomienda a la RFEF se están utilizando para fines distintos de aquellos para las que fueron concebidas, quiere manifestar lo siguiente:
- Cabe recordar que los Clubes de la Liga Nacional de Fútbol Sala celebraron el pasado martes 1 de octubre en Madrid una Asamblea Extraordinaria en la que los asistentes por unanimidad mostraron su respaldo absoluto, como ya hicieran en la Asamblea del pasado mes de julio, a la gestión de la Junta Directiva, y expresamente a su presidente Javier Lozano. Por último, 27 de los 32 clubes respaldaron que se ejercite el derecho de defensa de la Asociación y de su Presidente, tanto en los procesos seguidos en los Tribunales Ordinarios de Justicia, como en los sorprendentes expedientes federativos abiertos a su Presidente.
- La LNFS goza de personalidad jurídica propia desde 1989, fecha en la que fue creada la Asociación para unificar el deporte al amparo del Consejo Superior de Deporte, unificando dos competiciones diferentes. En estos 30 años de historia, el Fútbol Sala español se ha convertido en una competición admirada y respetada en todo el mundo. Así pues, queda claro que ante cualquier conducta antijurídica que atente contra los intereses de los asociados, habrá una inmediata respuesta judicial.
- Es evidente la falta de legitimidad de la pretensión de la RFEF que se contiene en la referida comunicación, puesto que no obedece a una supuesta inadecuada organización de las competiciones por parte de la LNFS, y es fruto de una clara desviación de poder, puesto que las potestades que el ordenamiento jurídico encomienda a la RFEF se están utilizando para fines distintos de aquellos para las que fueron concebidas. Es decir, no se está pretendiendo poner orden en la organización de las competiciones (pues es evidente que funcionan perfectamente bajo la gestión de la LNFS y nada se imputa realmente a esta), sino que tales potestades se utilizan por la RFEF para intentar colocarse en una mejor posición negociadora y sacar rédito de ello.
- La organización de las competiciones oficiales por parte de la LNFS no data ni del Convenio de 2003 ni del Convenio de 2009, sino que tiene su origen mucho tiempo atrás, concretamente desde 1989, fecha en la que se aprobaron sus Estatutos por el Consejo Superior de Deportes. Resulta inadmisible, pues, que el debate pretenda simplificarse en discutir si el Convenio de 2009 sigue o no en vigor.
- La circunstancia de que la RFEF tenga atribuidas determinadas funciones de carácter administrativo, no le permite actuar desconociendo derechos y sin seguir los procedimientos establecidos por el ordenamiento jurídico. Es más, precisamente cuando la RFEF actúa en su faceta pública, le es exigible las mismas garantías de funcionamiento que a una Administración, ya que en definitiva estará haciendo uso de potestades administrativas (aunque sea un sujeto de derecho privado). Por tanto, resulta inadmisible la insistencia que se contiene en su carta sobre las funciones y potestades de la RFEF (incluida su obligación de utilizarlas), y se olvide interesadamente de los límites y forma de ejercicio de tales potestades.
- En este sentido, la decisión adoptada por la RFEF y que se plasma en su carta es lo que en derecho se denomina una decisión “de plano”, es decir, sin haberse seguido procedimiento alguno y sin tan siquiera haber dado audiencia a los interesados, incluida la LNFS. Como todo conocemos es un hecho incontrovertido, la LNFS viene organizando desde hace 30 años las competiciones oficiales en este ámbito, y se le quiere excluir sin ni tan siquiera haber tramitado un procedimiento que ofrezca las garantías mínimas a los clubes.
- Le requerimos en su condición de Presidente de la RFEF, para que cese y deje sin efecto la decisión adoptada, sobre todo a mitad de competición, manteniendo la gestión que la LNFS viene desarrollando desde hace 30 años.
- En el caso de que no lo hiciera se iniciarán las acciones que en derecho sean procedentes.
- Como no puede ser de otra manera, la LNFS está plenamente dispuesta a mantener las reuniones que considere oportunas; de hecho, la tercera reunión de la negociación del Convenio de Coordinación, prevista para el día 2 de octubre, fue cancelada unilateralmente por RFEF.
