El Ayuntamiento de Jaén, a través del Patronato de Deportes, acometerá la mejora de los vestuarios y del césped artificial del campo de fútbol de La Misericordia, en el Polígono del Valle, tras comprobar el estado en el que se encuentran las instalaciones. Esta iniciativa forma parte del plan de adecuación e inversiones que diseña la Concejalía y en el que se trabajará con fondos propios y el apoyo de subvenciones y planes provinciales para frenar el deterioro de los equipamientos deportivos de los barrios así como su recuperación.
El alcalde de Jaén, Julio Millán, y el concejal de Deportes, Carlos Alberca, han visitado el campo de fútbol a petición de la asociación de vecinos ‘La Unión’, de la que es presidente Cristóbal Martínez, para comprobar in situ su estado. A pesar de los cuidados de los vecinos del barrio, que se han encargado de su mantenimiento todos estos años, el terreno de juego presenta ondulaciones y el césped está desintegrado y parcheado, lo que obliga a su sustitución completa, para lo que es necesario elaborar el correspondiente proyecto. A ello se une el estado de las redes y la situación de los vestuarios, cuyas funciones las hace una caseta de obra en la que ni siquiera hay luz. Todas estas circunstancias han motivado que la Federación Jiennense de Fútbol se haya visto obligada a retirar la homologación para competiciones al campo de La Misericordia. Su recuperación es ahora el reto de la Concejalía.
Carlos Alberca señala que el trabajo en los vestuarios será la primera de las adecuaciones para que al menos puedan usarse con luz artificial. Del mismo modo ha recordado que hay líneas de ayudas de la Junta de Andalucía con el apoyo de hasta un 50% de las necesidades que permitirían trabajar en la reposición de césped y su mantenimiento. “Cada semana pasan por estas instalaciones cientos de personas, es evidente que la inversión que se haga en ellas queda más que justificada”, sostiene.
Por su parte, Cristóbal Martínez, presidente de la asociación de vecinos ‘La Uníón’, ha señalado que este es uno de los pocos equipamientos lúdicos con los que cuenta el barrio, con más de 9.000 habitantes. “Desde hace años no vive sus mejores días, por eso entendemos que además del cuidado que le ponen los vecinos por conservarlo haya alguna posibilidad de que se mejore su estado”, ha dicho.
